Coger una brocha, cubrirla de pintura y comenzar a pintar. Seguro que has visto esta escena en alguna película en la que una pareja acaba de mudarse de casa. Pero como todo en el séptimo arte, esto también es ficción.

Antes de pintar una pared hay que realizar una serie de acciones, tanto para conseguir un resultado perfecto, como también para evitar estropear cualquier otra parte o mobiliario de la casa.

Aunque no es tan “inmediato” como en las pelis, tampoco es excesivamente complicado y, una vez le pillas el ritmo, esta preparación de cada estancia es algo que se hace muy rápidamente, con unos resultados tan perfectos como los del cine.

Cubrir, forrar y tapar

Lo primero que hay que hacer antes de pintar una pared es preparar la estancia. A nivel general, lo ideal es que esté lo más vacía posible, te será mucho más cómodo y evitarás estropear o salpicar de pintura los muebles.

Retira todo el mobiliario posible, accesorios, ropa, etc. Seguro que puedes conseguir que esa estancia esté bastante desprovista de obstáculos para pintarla de forma cómoda.

Con lo que ha quedado, tenemos que cubrir, forrar y tapar. ¿Qué significa esto? Pues básicamente implica proteger todos los elementos de la estancia que no vayan a ser pintados.

Comienza por el suelo, sobre todo si también vas a pintar el techo. Puedes cubrirlo con un material no poroso y fijar a un rodapié o similar con cinta aislante de papel.

Con sábanas viejas puedes forrar el mobiliario que te haya sido imposible retirar de la estancia donde vas a pintar.

Ahora toca lo más delicado, aunque no es difícil. Consiste en tapar los espacios contiguos a la superficie que vas a pintar, como los marcos de una ventana o una puerta, el propio rodapié, enchufes que haya en la pared, splits de aire acondicionado, etc.

¿Vas a pintar con distintos colores? El resultado estético puede ser sorprendente, pero hay que hacer bien el trabajo. Utiliza la cinta aislante de papel para delimitar el espacio hasta donde quieras aplicar la primera capa cromática. Una vez seca, haz lo propio con ella, para poner al lado la otra tonalidad, en una combinación perfecta.

Rascar, reparar y lijar

Con estos pasos antes de pintar una pared evitas ensuciar otros espacios y objetos de tu casa, pero no tiene nada que ver con el resultado final. ¡Ahora vamos a trabajar en ello!

Aunque no se vea fácilmente, una pared sufre un desgaste continuo cada vez que se toca o se ensucia.

Analiza bien cada pared que vayas a pintar e identifica estos desperfectos. Si la pared es lisa, puedes rascar la superficie, reparar y/o lijar para eliminar cualquier desgaste y poder pintar sobre una superficie óptima.

Para casas con gotelé existen productos que permiten simular este efecto, que debes aplicar antes de la primera mano de pintura y esperar a que seque.

Consejo para rellenar las grietas

¿Y si tienes una grieta? Lo ideal es pintar una pared en la que la aplicación del material se adhiera sin obstáculos ni espacios de pérdida. Si no arreglas la grieta, además de que seguirá estando visible, la pintura se filtrará por ella.

Una forma recomendable de tratar estos desperfectos en una pared es abrir ligeramente la grieta con una espátula o herramienta similar. Usa un pincel para eliminar polvo y arenilla que haya podido quedar.

Aplica un sellador en masilla o un material equivalente directamente en la grieta hasta taparla por completo. Quita lo que sobre con la espátula.

Ahora aplica una capa de imprimación antes de pintar la pared, para que cuando apliques la pintura se agarre lo mejor posible.

Cómo elegir la pintura adecuada para cada espacio

A la hora de elegir el material antes de pintar una pared hay que atender a dos factores importantes:

  • Gustos en cuanto a colores.
  • Material sobre el que se aplica.

Respecto al primer punto, es algo personal que debes valorar en función del tipo de estilo decorativo que quieras conseguir.

Sobre el segundo punto podemos detallar más lo que hacer. La superficie sobre la que se va a pintar condiciona en gran medida el tipo de pintura que es más recomendable.

Ten en cuenta que al pintar una pared no solamente estás añadiendo estilo a tu casa, sino que también proteges esa superficie, sobre todo si hablamos de una pared exterior.

Pintura al agua y pintura al aceite

La primera elección a la hora de elegir la pintura adecuada es distinguir entre los formatos al agua y al aceite.

La pintura con base de agua seca más rápido, así es posible repintar en menos tiempo. La pintura con base de aceite es resistente a la intemperie, aunque no a la alcalinidad.

Pintura brillante y pintura mate

Un dilema clásico antes de pintar una pared se centra entre escoger el acabado brillante o mate. La diferencia está sobre todo en la impermeabilidad.

La pintura brillante es más impermeable; sin embargo, con ella se ven más fácilmente los defectos. Si la pared no está perfecta y quieres evitar que se noten sus defectos, escoge la opción mate.

Pintura para madera

Aplica una pintura que sea resistente a los factores externos y que tenga una gran elasticidad. El barniz suele ser la mejor alternativa, aunque también tienes impregnantes muy variados que ofrecen resultados excelentes.

Pintura para ladrillo

A la hora de pintar una pared de ladrillos es preferible usar látex brillante impermeable, que sí deje pasar el vapor. En el mercado tienes barnices y selladores específicamente diseñados para paredes con ladrillos a la vista.

Pintura para rejas

Si necesitas pintar cualquier elemento de hierro, tienes que asegurarte de aplicar también un anticorrosivo. Sobre él se pone la pintura elegida.

El modelo de pintura para este tipo de superficies debe tener un gran poder cubridor y un secado suficientemente rápido, además de buena adherencia y alta flexibilidad.

Pintura para paredes con humedad

Si has sufrido humedades o quieres evitarlas, hay pinturas que pueden ayudarte. Ten en cuenta que en caso de que veas signos de humedad, antes tienes que reparar la zona.

Con la pared ya lista, aplica una pintura bituminosa. Creará una barrera protectora contra la humedad, además de prevenir filtraciones.

Recuerda que si tu pared ha sufrido daños por agua o humedades, tu seguro de hogar puede cubrir la reparación de este problema, así como también recuperar la estética de ese espacio, por ejemplo, pintando la pared afectada.