Hoy en día la domótica del hogar es un concepto bastante asentado y que la mayoría de usuarios conoce o, al menos, ha oído hablar de ello. ¡Y cada vez va a estar más presente!
Domótica y tecnología van inevitablemente conectadas, así cuanto más avance esta última, mejores desarrollos tendremos que, además, no solo se limitan al ámbito doméstico. La podemos encontrar en hoteles, en edificios inteligentes, hospitales o incluso granjas. Su expansión es tan imparable como fascinante.
Respecto a este último punto, también es importante diferenciar dos conceptos que no siempre se tienen en cuenta. Podemos hablar de domótica en un hogar o en instalaciones comunes donde se convive. Sin embargo, cuando hablamos de tecnologías aplicadas a edificios no destinados a viviendas como colegios, hoteles, espacios industriales, centros comerciales, centros hospitalarios y similares, el término correcto es “inmótica”.
¿Qué es la domótica?
El término domótica es una composición de la palabra latina “Domus” (casa) y la griega “autónomo” (que se gobierna a sí mismo). Pero, ¿puede gobernarse/gestionarse una casa por sí sola?
La ciencia ficción así lo atestiguaba ya a mediados del siglo XX con una visión del futuro vanguardista, en la que los hogares se limpiaban solos, mantenían una vigilancia constante de todas las estancias e incluso interactuaban con sus propietarios.
La domótica no ha llegado a transformar nuestra convivencia a este nivel, pero se acerca bastante.
Su desarrollo ha tenido ya varios hitos. En los 90 con la conexión a Internet por fin desde los hogares. A principios del siglo XXI con el desarrollo del Internet de las Cosas (IoT). Actualmente, con la Inteligencia Artificial (IA) y los sistemas basados en ella como asistentes virtuales y todo tipo de aplicaciones.
Si relacionamos todos estos factores, entendemos mejor qué es la domótica: la gestión inteligente de cualquier aspecto relacionado con un espacio, tanto su seguridad, como su confort o su rendimiento.
Si nos referimos a domótica del hogar, estamos hablando de la aplicación de la tecnología para controlar y gestionar todo lo relativo a la vivienda, tanto para la seguridad de quienes viven en ella, como para su bienestar.
Ejemplos de aplicación domótica
Podemos entender mejor la domótica del hogar con algunos ejemplos prácticos. ¡Puede que alguno ya lo hayas aplicado en tu propia casa!
- Toldos: programables por horario o incluso con sensores para adaptarse a los cambios climatológicos.
- Sistemas de climatización: configurables desde cualquier sitio a través de aplicaciones o que incluso identifican los patrones de conducta de los propietarios para adaptarse a ellos.
- Alarmas: con conexión automática cuando no hay nadie en casa.
- Vigilancia: con sensores de movimiento, cámaras de seguridad y otras protecciones contra intrusos. Programables, configurables, accesibles desde cualquier dispositivo con sistemas de autenticación, etc.
- Puertas y ventanas: sistemas de apertura automática o con una orden (de voz o desde dispositivos).
- Prevención: sistemas que avisan de un peligro inminente como una inundación, incendios o fugas de gas, entre otros.
- Iluminación: control por voz y desde dispositivos, configuración remota o incluso adaptable a la visibilidad y las personas en cada estancia.
- Electrodomésticos: con desarrollos que permiten desde encenderlos hasta modificar su configuración o tener registro de los productos en su interior.
- Televisión: con funciones que van desde el control por voz hasta el apagado automático por detección de ausencia, etc.
- Riego: sistemas automáticos y configurables para el riego del jardín, dependiendo de las necesidades de ese espacio y también de la climatología.
- Asistentes de voz: sistemas vinculados a Internet, que pueden responder y ayudar a los usuarios ante cualquier consulta o petición.
¡Hay todo tipo de aplicaciones! Las propuestas de ciencia ficción de hace un siglo ya no parecen tan inalcanzables con la domótica, ¿verdad?
Ventajas de la domótica
Las ventajas de la domótica en el hogar son numerosas y van creciendo conforme su aplicación se puede aprovechar en nuevos dispositivos o acciones en la casa.
A nivel general, las principales ventajas que nos aporta la domótica están centradas sobre todo en estos aspectos:
- Seguridad: ya que permite prevenir e identificar cualquier intrusión, vigilar el hogar en todo momento y vincularse con alarmas y con una central receptora para avisar en caso de emergencia.
- Eficiencia energética: uno de los mayores beneficios es que el control de muchos desarrollos electrónicos mediante la domótica se hace en una gestión más eficiente, con menor consumo. Esto no solo aporta ahorro energético, sino también ahorro económico porque reduce la factura de la luz.
- Hogar conectado: con la domótica podemos disfrutar de una conexión constante con el hogar y con todos los dispositivos vinculados.
- Accesibilidad: el control de la domótica es sencillo e intuitivo y su instalación es asequible para todo el mundo, así que cualquiera puede aprovechar este desarrollo tecnológico.
- Bienestar: la mayoría de dispositivos domóticos conectados están enfocados a mejorar el confort y el bienestar de los propietarios, facilitando muchas de las rutinas diarias.
Instalación de la domótica
Cada hogar tiene unas características propias que deben analizarse antes de hacer una instalación de domótica. Además, hay varias opciones, según el sistema que queramos aprovechar y la arquitectura de la instalación.
En general, distinguimos dos opciones de sistemas domóticos:
- Domótica inalámbrica: se basa en ondas de radiofrecuencia, sin necesidad de cableado para su instalación o funcionamiento.
- Domótica cableada: se basa en cables que conectan todos los dispositivos, por lo que es posible que se necesite hacer algo de obra.
Ahora bien, en cuanto a arquitectura de instalación, tenemos las siguientes opciones:
- Una arquitectura centralizada: tenemos un controlador central, que es el que recibe toda la información y luego la distribuye a los demás dispositivos, según corresponda.
- Una arquitectura distribuida: no hay una centralización concreta, sino que todos los módulos de la casa instalados procesan la información y realizan las acciones indicadas o configuradas.
- Sistema mixto: se basa en pequeños dispositivos que están repartidos por toda la vivienda, para procesar la información y transmitirla a los dispositivos domóticos que deban hacer cada función.
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